En el más reciente informe emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación en México exhibió un notable incremento en la primera quincena de abril del presente año. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la variación de los precios de una canasta básica, registró un alza del 4.63% a tasa anual, junto con un aumento del 0.09% a tasa quincenal.

 

Dentro del análisis del Inegi se desglosan los componentes del INPC en dos categorías: subyacente y no subyacente. El índice de precios subyacente, que excluye productos de alta volatilidad y se considera un indicador más fiable de la trayectoria de precios, mostró un incremento del 0.16% quincenal y del 4.39% anual. Dentro de este, los precios de las mercancías y servicios aumentaron un 0.24% y un 0.07% respectivamente.

 

 

Por otro lado, el índice de precios no subyacente experimentó una disminución del 0.12% a tasa quincenal, aunque a nivel anual se observó un crecimiento del 5.38%. Este comportamiento se atribuye en gran medida a los ajustes estacionales en las tarifas eléctricas de 17 ciudades del país, por lo que podría mantenerse en las próximas semanas.

 

Productos con mayor variación de precios

 

Entre los productos que registraron mayores aumentos de precio en el periodo se encuentran el chile serrano, el tomate verde y otros chiles frescos, con alzas del 31.81%, 22.97% y 18.39% respectivamente. En contraste, la electricidad, el transporte aéreo y la cebolla presentaron las mayores disminuciones de precio, con caídas del 12.98%, 12.75% y 9.92% correspondientemente.

 

Jonathan Heath, Subgobernador del Banco de México (Banxico), destacó la relevancia de monitorear una baja sostenida en la inflación del sector servicios antes de considerar ajustes en la política monetaria. A pesar del repunte inflacionario, la expectativa era que la tasa de interés se mantuviera sin cambios, proyectándose en 11% para mayo. La decisión futura dependerá estrechamente de los datos macroeconómicos y la evolución económica.

 

Este contexto inflacionario supone retos significativos para las autoridades financieras mexicanas. Heath señaló que la reciente decisión de reducir la tasa de interés en marzo representó un ajuste puntual, más que el inicio de un ciclo de recortes, subrayando la prudencia de la junta ante la posible necesidad de mantener las tasas estables para combatir la inflación.

 

La economía mexicana se enfrenta a un panorama complejo, donde la persistencia de la inflación y las estrategias de política monetaria del Banxico se convierten en piezas clave para los próximos meses. Este escenario demanda un seguimiento detallado y una acción cautelosa para asegurar la estabilidad económica del país.